Los impuestos sobre inversiones es uno de los aspectos más importantes a considerar cuando nos adentramos en el mundo financiero. Sin importar si se trata de dividendos, intereses, o ganancias de capital, los impuestos pueden afectar de manera significativa el rendimiento de nuestras inversiones. De hecho, no son pocos los expertos que consideran el pago de impuestos como el enemigo número uno del crecimiento de tus inversiones.
Un aspecto bien importante a señalar es que solo se pagan impuestos sobre inversiones si se obtienen ganancias al vender las distintas acciones que se posean. En caso de que se vendan esas acciones y el saldo sea negativo, entonces se considera como una pérdida. En esta situación, no tendríamos que pagar impuestos, sino que podríamos utilizar estas pérdidas para nuestro beneficio como veremos más adelante.
Ganancias realizadas vs Ganancias no realizadas
Es necesario antes de comenzar a adentrarnos en cómo funcionan los impuestos sobre inversiones hacer una aclaración bien importante; y es precisamente la diferencia entre ganancias realizadas y ganancias no realizadas.
Ganancias realizadas: Se refieren a las ganancias que obtienes cuando vendes una acción. Por ejemplo, si compras acciones a $100 y luego las vendes a $150, tienes unas ganancias realizadas de $50. Precisamente son estas ganancias las que se consideran para el pago de impuestos sobre inversiones.
Ganancias no realizadas: Se refiere a las ganancias en papel de una acción que aún no has vendido. Si las acciones que compraste por $100 ahora valen $150, tienes unas ganancias no realizadas de $50, pero como no has decidido vender esas acciones, no vas a tener que pagar impuestos sobre inversiones. Esto tiene todo el sentido del mundo porque aunque en estos momentos, sobre el papel, estás obteniendo unas ganancias, puede ser que mañana cuando decidas vender esa acción ya haya bajado y puedas incluso tener pérdidas.
Impuestos sobre inversiones
Cuando vendes una inversión, como acciones o bonos, y obtienes una ganancia, esta ganancia puede estar sujeta a impuestos. La tasa de impuestos sobre las ganancias de capital (se le llama así a las ganancias que obtiene por tus inversiones) varía según el período por el cual hayas mantenido la acción o acciones que compraste antes de venderla.
Ganancias a corto plazo
Si vendes una inversión antes de haberla mantenido por un período de menos de un año, las ganancias se consideran ganancias a corto plazo. En este caso, vas a tener que pagar impuestos sobre inversiones a un mismo porcentaje que tus ingresos ordinarios y, por lo tanto, estarán sujetas a las tasas impositivas más altas.
Por ejemplo, si tuviste unos ingresos ordinarios (se le llaman así a los ingresos que obtienes por el pago de un salario o cualquier otro tipo de compensación) de unos $60,000 al año, entonces estarías en la categoría impositiva de un 22% (como soltero). Esto significa que si obtienes ganancias a corto plazo de unos $30,000, vas a tener que pagar un 22% de toda esa ganancia, o sea, unos $6,600.
Ganancias a largo plazo
Si mantienes una acción en tu poder durante un período de más de un año , las ganancias se consideran ganancias a largo plazo. Estas ganancias tienen un gran beneficio fiscal, ya que se van a encontrar en una tasa impositiva más baja que las ganancias a corto plazo.
Pongamos el mismo ejemplo. Si tuviste unos ingresos ordinarios de $60,000 y unas ganancias a largo plazo de $30,000, tu tasa impositiva sobre esas ganancias va a ser de un 15%, así que vas a tener que pagar unos $4,500.
El objetivo de esta diferencia es incentivar la inversión a largo plazo y hacer que las inversiones a corto plazo, que tienden a ser más especulativas y arriesgadas, sean menos comunes. Por lo tanto, si planeas vender una acción y obtener una ganancia, es conveniente considerar cuánto tiempo la has mantenido en tu poder, ya que la diferencia entre las tasas impositivas puede ser significativa y podrías perder la oportunidad de ahorrar en tus impuestos sobre inversiones.
Impuestos sobre las pérdidas en inversiones
En general, no tienes que pagar impuestos sobre las pérdidas. Todo lo contrario, las pérdidas en tus inversiones pueden tener implicaciones fiscales positivas. Si vendes una inversión y tienes pérdida, en lugar de pagar impuestos sobre inversiones, puedes usar esa pérdida para reducir tu carga impositiva.
Si tuviste ganancias de capital y pérdidas en el mismo año, puedes restar las pérdidas de tus ganancias para reducir tu base impositiva. Incluso si las pérdidas son mayores que las ganancias, tienes la oportunidad de tomar hasta $3,00 de esas pérdidas para reducir tus ingresos ordinarios ese año en tus declaraciones de impuestos. Además, puede pasar para el año siguiente cualquier cantidad de dinero en términos de pérdida que no hayas utilizado.
Por ejemplo, si en el mismo año tuviste unas ganancias de capital de $2,000, pero unas pérdidas de $10,000; primero, las ganancias se cancelan. Esto te deja con unos $8,000 de pérdida que todavía puedes utilizar. Entonces puedes tomar ventaja de $3,000 para reducir tus ingresos ordinarios. Por último, los $5,000 restantes los puedes pasar para el año siguiente para realizar el mismo proceso.
No obstante, existe una ley llamada ¨wash sale¨, la cual no te permite comprar una acción, luego venderla en pérdida y 30 después o antes de la venta volver a comprar esa acción. Parece complicado, pero no lo es. Si compras acciones de Amazon y las vendes con una pérdida de $2,000, pero dos días después vuelves a comprar acciones de Amazon, no puedes utilizar esos $2,000 de pérdida para cancelar cualquier ganancia de capital ni reducir tu carga impositiva sobre tus ingresos ordinarios.
Impuestos sobre los dividendos
Los dividendos son pagos que las empresas deciden entregar a sus accionistas. Estos dividendos salen de las ganancias que hayan tenido las empresas en un período de tiempo (suelen ser unos tres meses). Si eres dueño de acciones en una empresa que distribuye dividendos, es muy probable que tengas que pagar impuestos sobre inversiones. No obstante, hay que tener en cuenta que esto solo se refiere a dividendos que se pagan en efectivo. Es importante aclarar esto porque existen empresas que pueden entregar estos dividendos en forma de acciones. Si este es el caso, no se paga ningún tipo de impuestos.
Al igual que en el caso de las ganancias de capital, los dividendos se clasifican en dos tipos: calificados y no calificados:
Dividendos calificados
Este tipo de dividendos son más beneficiosos a la hora de pagar impuestos porque se tratan como las ganancias a largo plazo que vimos anteriormente. Para que los dividendos se consideren calificados el accionista y la compañía tiene que cumplir ciertos requerimientos impuestos por el IRS.
Dividendos no calificados
Estos no cumplen con los requerimientos establecidos por el IRS para ser considerados calificados y, por tanto, se enfrentan a una tasa impositiva mayor, equivalente a la de los ingresos ordinarios.
Impuestos sobre los intereses
Los intereses generados por tus inversiones, como bonos, cuentas de ahorro o depósitos a plazo fijo, también están sujetos a impuestos. Los intereses se consideran ingresos y, por lo tanto, también tienes que declararlos para tus impuestos.
En general, los intereses se consideran ingresos ordinarios, lo que significa que estarán sujetos a las mismas tasas que se aplican a otros tipos de ingresos como los salarios. No obstante, en algunos casos, los intereses generados por ciertos tipos de inversiones pueden estar exentos de impuestos. Por ejemplo, si posees bonos estatales, no vas a tener que pagar impuestos federales; y si eres residente del estado que emitió esos bonos, tampoco vas a tener que pagar impuestos estatales. Para el caso de los bonos del gobierno de los Estados Unidos, sí vas a tener que pagar impuestos federales por los impuestos, pero estarás exento de pagar impuestos estatales.
Formulario para el pago de mis impuestos sobre inversiones
El formulario que debes presentar depende del tipo de inversión que hayas realizado y si vas a declarar ganancias o pérdidas, dividendos o intereses.
En los Estados Unidos, los contribuyentes deben utilizar el Formulario 1040 para declarar sus ingresos, y el Anexo D se utiliza para reportar las ganancias y pérdidas de capital.
En el caso de los dividendos, es la empresa que reparte esos dividendos la encargada de llenar el formulario 1099-DIV para reportar todas las distribuciones realizadas a sus accionistas. Por otra parte, para reportar los intereses que hayas obtenido, debes utilizar el formulario 1099-INT. Por supuesto, toda esta información es muy útil, pero siempre se recomienda consultar a un profesional antes de tomar cualquier acción.
¿Cómo evitar el pago de impuestos sobre inversiones?
Existen varias maneras por las cuales puedes evitar el impuesto sobre inversiones. A continuación veremos tres alternativas que son muy útiles y que todos pueden utilizar para ahorrar dinero de manera legal en el pago de sus impuestos.
Cuentas de retiro
Existen cuentas de retiro como el 401(k) o el IRA que te permiten deducir de tus impuestos las contribuciones que hagas a estas cuentas. Además de esto, también tienes la ventaja de que, sin importar cuántas ventas y compras de acciones realices, no vas a tener que pagar impuestos sobre inversiones. Sus contrapartidas, las cuentas ROTH 401(k) y ROTH IRA, si bien no te permiten deducir las contribuciones, sí tienen el gran beneficio de que no tienes que pagar impuestos por las ganancias obtenidas luego de que el dueño de estas cuentas cumpla la edad de 59 años y medio.
Ganancias a largo plazo
Como vimos anteriormente, las ganancias a largo plazo son mucho más beneficiosas cuando se trata del pago de impuestos sobre inversiones. Sin embargo, lo que no detallamos es que incluso tienes la oportunidad de no pagar nada en impuestos si logras una buena planificación. En el caso de estas ganancias, si declaras tus impuestos como casado/a, puedes, entre ingresos ordinarios y ganancias de capital a largo plazo, ganar hasta $96,700 en este año 2025 y no tener que pagar ni un dólar en impuestos.
Préstamos sobre inversiones
No se pagan impuestos por los préstamos, y esto es algo que entienden muy bien los millonarios. Si ves que todo el tiempo dicen que los ricos no pagan impuestos sobre inversiones, es precisamente porque en vez de liquidar sus inversiones o recibir un salario, ellos toman sus acciones como colateral y piden un préstamo a una institución financiera. Prefieren hacer esto, ya que el porcentaje de interés a pagar es ínfimo comparado con la carga impositiva que tendrían que afrontar por ingresos ordinarios y/o ganancias de capital.
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El rendimiento anterior de cualquier inversión no determina que en un futuro se vaya a comportar de la misma manera.